sábado, 10 de marzo de 2007

No es jazz, no es pop, no es música etnica, es Noa.

No es jazz, no es pop, no es música etnica, es Noa.

por Ricardo Murad

Noa es esa clase de músicos cuya fama circula de boca en boca. Arrasa en los festivales de Jazz. Ha grabado su tercer disco, primero fuera de Israel, producido por Pat Metheny y acompañada por Gil Dor, Lyle Mays, Bill Evans, Gil Goldstein, Dan Gottlieb, Steve Rodby y muchos ilustres más.


Para los desprevenidos asistentes al Aula de Cultura Araba, dentro de las jornadas del XVIII Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz fue una gran sorpresa la presencia de Noa dentro de estos escenarios. Sobre todo considerando la inusual expectación que produjo la actuación de la superestrella del jazz-light Natalie Cole que se presentaba esa misma noche en el Polideportivo de Mendizorrosa con Rolls incluído. Natalie, la hija del famoso Nat 'King' Cole, además de hacer gala de una monocorde voz, lucía un bonito vestido de color rojo.

Noa, en las antípodas de la diva de rojo, junto al virtuoso guitarrista Gil Dor, sorprendió a propios y extraños con una calidad musical y una entrega que, llenando la sala de magia, produjo una cantidad de sensaciones tan densas que se podían ver.
La opinión fue unánime: una verdadera pena que el público de Mendizorrosa no pudiera disfrutar de este concierto. Hemos compartido unos momentos con Noa después del concierto, donde se desarrolló esta pequeña entrevista. Pero vamos a hacer un poco de historia, sólo un poco ya que la historia de Achinoam Nini comienza hace 25 años en su Tel Aviv natal. Sus abuelos originarios de Yemen peregrinaron a Israel y sus padres israelíes se fueron a vivir a Nueva York cuando Noa era muy pequeña.

Noa: "Casi la mitad de la población en Nueva York es judía y hay una tradición judía muy fuerte en EE.UU. Mi familia no formaba parte de eso, ellos son de Yemen, son Sefardíes. Mi hermano y yo fuimos a una escuela religiosa judía de las que hay muchas en N.Y. Fue muy difícil para mi porque yo era muy diferente. Mi familia tenía sus tradiciones pero no era tan religiosa. La escuela fue muy dura para mi porque me sentía casi siempre incómoda."

Noa estudió ballet clásico. En casa se escuchaba música clásica o yemení pero viviendo en Nueva York era imposible substraerse a la influencias de los artistas de su país de adopción, y pronto fueron formando parte de sus favoritos: James Taylor, Los Beatles, Paul Simon, Billy Joel, Joni Mitchell y Prince, pero fue el concierto de Simon y Garfunkel en el Central Park un hito en su vocación musical. Por aquella época, un profesor de la escuela religiosa donde estudiaba y cantaba en el coro, la llevó a unos estudios de grabación para grabar unos temas que ella había compuesto. Posteriormente estudió en la High School of Perfoming Arts, bailando y cantando en varios musicales.
Noa, mientras tanto, iba conformando esa personalidad musical, mezcla de sus influencias orientales en un contexto americano, que producen ese sonido tan peculiar y característico, hermosas melodías, sugestivos arreglos, plenos de fuerza y belleza. Esto es posible gracias a las increíbles facultades vocales de Noa, de esa sutileza que enlaza pasajes delicados con una sorprendente explosión de energía en una transición imposible.

Noa llega a Israel siguiendo los pasos de su pareja, donde acaba su bachillerato. Después de graduarse recibe una carta del ejército.

Noa: "En Israel es una cosa natural para la gente. El ejército forma parte de su vida. Cuando llegas a la edad de 18 años y terminas el bachillerato, vas a la mili, como una continuación de tu educación. Yo no sabía que tenía que ir a la mili, hasta que un día recibí una carta. Tuve suerte porque me dieron un buen trabajo allí, estaba en el grupo de música "The Northern Command Ensemble", un grupo vocal que visitaba los campamentos militares y con el que di cientos de conciertos en dos años. En algún campamento no había escenario ni sillas, ni la suficiente electricidad para el equipo de sonido y las luces, así que tuvieron que conectar los micros y cantar con la luz de los jeeps. Aprendí mucho, es muy duro ir a la mili, por la situación de la defensa en Israel tenemos que tener un ejército para defender nuestro país. La gente lo considera un deber. Ojalá un día llegue la paz".

Achinoam Nini, que en hebreo significa 'hermana de paz', es optimista cuando se le pregunta sobre la situación de Israel y aunque no pudimos precisar durante la entrevista su posición en la actual coyuntura que vive el Estado de Israel, de sus declaraciones se desprende una actitud firme en la defensa de los intereses de su país y también tolerante con sus vecinos palestinos.

Noa: "Yo creo que habrá paz, lo sé, estoy rezando, lo que pasa es que no tenemos opción en Israel. Tenemos que luchar para conseguir eso, es decir, no luchar, sino aspirar a conseguir esa situación. Es difícil y doloroso si tu sabes que quieres paz, y mucha gente a ambos lados quieren lo mismo y hay algunos fanáticos que puedan destruir este delicado proceso y seguir con el terrorismo cruel. Cada vez que pasa algo así, para la gente como yo, que soy una amante de la paz, es un golpe y nos preguntamos cómo puede ser, queremos tanto la paz, ¿Por qué seguir matando? Pero no se puede borrar la historia tan fácilmente, y tenemos que tener paciencia y ser optimistas.

Gil Dor, antiguo profesor y actual compañero musical, estudió en la famosa Berklee School of Music de Boston y coincidió con el joven profesor Pat Metheny que, con 19 años y después de haber pasado sólo 6 meses como alumno, daba clases allí.

A principios de 1990, Gil Dor fue invitado a tocar en el Festival de Jazz de Tel Aviv y Noa subió con él al escenario cantando y tocando la guitarra, el piano, percusión y el barbukkah. En 1991 el duo Noa/Dor tocaba en clubes de 50-100 espectadores. Comenzó entonces un reconocimiento de parte de la gente que los había escuchado en Israel y en Europa.

Las primeras noticias que Pat tuvo de Noa fue a través de Gil Dor, que había fundado en Israel la 'Ramon School of Music', y según cuenta el propio Pat: "Gil dejó un mensaje en mi contestador: se acaba de inscribir un músico en mi escuela, ella es cantante y es increíble, tienes que escuchar esta chica. No suelo recibir muchas recomendaciones tan fuertes como esa, sólo me ocurrió con Pedro Aznar y Joshua Redman".
Estando de gira se reunió con su viejo amigo de la Berklee, tocaron juntos y quedaron en contacto. Noa conoció entonces a Metheny.

Pat: "Cuando posteriormente la escuché me di cuenta instantánea- mente que era algo excepcional, inusual. No era folk, no era jazz, no era pop y tampoco música de Israel, era Noa".

Noa: "Mi relación con Pat empezó a través de Gil Dor, mi compañero y colaborador. Él conoció a Pat hace muchos años en la Berklee y se hicieron amigos. Cuando Pat vino a Israel, pasó por la 'Ramón School of Music' donde yo era alumna de Gil Dor. Cuando yo empecé a colaborar con Gil, para él fue natural enviarle nuestra música a Pat y preguntarle qué le parecía. Así empezó nuestro contacto hace 4 años y nos hicimos amigos y yo le admiraba muchísimo. Al poco tiempo viajé a Nueva York y no me atreví a llamarle hasta el último día."
Pat no sólo devolvió la llamada, al poco tiempo produjo, junto con Steve Rodby, su bajo en el PAT METHENY GROUP, el último disco "Noa".

Pat: "Con la producción del disco sólo ayudé a que Noa encontrara un lugar para su particular estilo, ellos tocaron de la forma habitual y nosotros sólo creamos climas alrededor de su música, estoy muy orgulloso del resultado".

(Estas declaraciones fueron hechas por Pat a Ramón Trecet en 'Diálogos 3', el imprescindible programa que emite Radio 3, durante su visita a Madrid los días 10 y 11 de Enero, con motivo del lanzamiento del nuevo disco del PMG 'We live Here' e incluyen las respuestas a mis inquietudes durante el concierto)

De alguna manera fue un feliz encuentro para la música ya que también significó el esperado encuentro discográfico junto a Lyle Mays, después de sus aventuras por separado, aunque Pat se limitó a cantar algún coro. Fue para Noa sin duda una relación gratificante.

Noa: "El me enseñó muchísimo, no puedo decir o describir exactamente lo que aprendí de él, lo siento más que nada. Cuando trabajamos juntos yo aprendí a meter toda la música en "mi ordenador". Aprendí un montón sobre cómo producir música...Es un hombre fascinante.

Noa/Dor en concierto

Había perdido la actuación de Noa en Madrid, donde actuó en el FNAC por la tarde y el mismo día por la noche en Pachá.

Desde que Pat me comentó durante una entrevista para GUITAR PLAYER que entre sus futuros planes estaba producir a Noa estuve rebuscando en las tiendas su disco, hasta que en Semana Santa me hice con un CD. La primera impresión que tuve al escuchar su disco (durante un viaje Barcelona-Madrid) fue un poco rara, sobre todo por las referencias que tenía de ella y quizás por una falta de costumbre de escuchar música 'pop', que con esa manía de clasificar fue la primer referencia que se me ocurrió. Mientras circulaba por la autopista, que en mi caso, me permite concentrarme mucho más en la música, comencé a distinguir los matices de esta música sutil y sofisticada, y me fue enganchando poco a poco, tanto que al poco tiempo pasó a formar parte de mis discos favoritos y con el tiempo me rendí incondicionalmente a su música. La forma de cantar de Noa es difícil de describir, aunque sus influencias, no tanto de personas, sino de lugares son obvias. Como se dice habitualmente 'lo mejor de ambos mundos'. Su forma de modular parece no tener límites. Hay en su forma de cantar reminiscencias de la tradición folk-USA femenina al tipo Carole King, que evolucionan por medio de arreglos orientales y que suelen apoyarse en una poderosa percusión a cargo de ella misma. O atreverse en dueto guitarra-voz con el mas salvaje 'scat' al estilo Betty Carter o Ella Fitzgerald, de la que Noa se declara admiradora.
Pudimos apreciar durante el concierto una muestra de esto, donde la brillante guitarra de Gil Dor ofrecía el perfecto contrapunto a la imprevisible voz de Noa. Todo con una naturalidad y una frescura que me obliga a preguntarme ¿cómo se puede conseguir esta naturalidad estando de gira de un Festival de Jazz a otro ?
En concierto se los ve en comunión total. Miradas cómplices durante el desarrollo de las canciones, ricas en ambientes, matices, sutileza, energía y mucho, mucho 'feeling'.
Otra de las cosas que me intrigaba, era cómo iban a emular el ambiente del disco, con la portentosa actuación de Lyle Mays con su Oberheim sonando como en los mejores momentos, aparte de los maravillosos arreglos que son su marca de fábrica y la participación de parte del PAT METHENY GROUP parecía una empresa imposible.

Noa apareció en el discreto escenario junto a Gil Dor. Unas tumbadoras y otros artilugios de percusión cuyo nombre desconozco, una Gibson L 5 CES de caja y una Ovation acústica era todo lo que había. Noa de pie en el escenario tiene un aspecto frágil delicado, unos enormes ojos marrones y una mirada muy especial. Se muestra muy afable y espontánea mientras nos cuenta las historias de sus canciones, de su vida en el Bronx neoyorquino. Llama la atención su acento coloquial y sobre todo su forma de moverse. Gil tiene un aspecto amable y relajado con su vieja Gibson al lado. Esta sencillez exenta de divismo da paso a un sólida imagen que centra toda la atención en la música cuando Noa canta a 'capella' las primeras estrofas de 'Mishaela' mientras escenifica cada una de suspalabras y Gil introduce su guitarra tocando la misma nota que canta Noa con una sola cuerda, para luego ir introduciendo los acordes, los arpegios y ahí es donde Noa abre sus manos, donde tiene XXXX y comienza una suave percusión, el clima va creciendo, Noa se desplaza a las tumbadoras y aquí es otra Noa que se mueve por la zona de percusión con una naturalidad y una fuerza, que valdría para hacer un reportaje solo de su faceta como percusionista. Mientras tanto me ocurre algo extraño, intento comprender y no encuentro ninguna razón lógica pero parece como si escuchara todas las armonías del disco. Era obvio que los instrumentos no estaban allí pero yo escuchaba mucho mas de lo que veía.

Envuelto en esa magia mi racionalidad dejó de funcionar y a partir de allí asistí entregado a los sentidos el resto del concierto. Por suerte Noa tenía la delicadeza de devolvernos un poquito a la realidad contando anécdotas de sus canciones -de su vida- en el Bronx, de cómo pasó de ser una rosa a una flor salvaje 'Wildflower' o de su gusto por la poesía, que incluye como letras en algunas de sus canciones. Musicalmente me sorprendió que sólo dos personas pudieran crear esas atmósferas, sólo con percusión guitarra y voz, pero está claro que su música tiene mucho detrás y aparte de sus enormes talentos como músicos hay en su música una sensibilidad y un buen gusto exquisitos.

Cuando acabó el concierto la gente reaccionó muy entusiasmada. Dos bises no se hicieron esperar, un broche de oro para dos horas trepidantes que supieron a poco. La actitud de los asistentes al concierto fue para mi, por lo menos, inesperada, porque a pesar de la larga tradición musical del público de Vitoria, también el Festival tiene carácter social, por lo tanto el público va a los conciertos y no siempre sabe lo que va a escuchar.
Por la noche, ya saben Natalie...

Texto y fotos © Ricardo Murad

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